A principios del Siglo
X y hasta el siglo XIV, los matemáticos chinos se
interesaron en el álgebra aritmética. Un matemático
chino descubrió la relación entre el cálculo de
raíces y el arreglo de coeficientes binomiales del
triángulo de Pascal. Este descubrimiento y la
multiplicación repetitiva (con iteraciones) se
emplearon para extender la extracción de raíces y
para resolver ecuaciones de grado mayor al cúbico.
El signo de la raíz
cuadrada
Ö puede
rastrearse en el tiempo hasta Christoff Rudolf
(1500-1545), quien lo escribió como
Ö
con dos trazos. Rudolf pensó que
Ö
recordaba el aspecto de la r minúscula, la
inicial de la palabra radix, que significa raíz. Así
la notación es
Öx
y se lee “la
raíz cuadrada de x” |